Al reunir material para esta web me doy cuenta de que he hecho bastantes obras para espacios públicos. Desde mi mural egipcio de los años neoyorquinos en el restaurante New Nile de Warren Street (sepultado ahora bajo los escombros de las Torres Gemelas) hasta el mural de la fachada del Instituto Guttmann de Barcelona, pasando por mis primeros frescos en el hotel Rivoli Rambla o la decoración del restaurante Gresca.

Al principio era una parte marginal de mi trabajo, pero en los últimos años he dedicado una parte considerable y creciente de mi actividad a colaborar con hospitales, por el interés creciente que estos muestran por los efectos terapéuticos del arte.

Para mí la esencia del arte es compartir, y esta es una manera distinta y complementaria de la tradicional en galerías y museos: un modo más de hacer del arte una presencia y una actividad habitual.